La evaluación en el aula de lenguas extranjeras

¡Hola a todas y todos! En esta entrada del blog voy a hablar sobre el tema 11 de la asignatura de Didáctica de la Enseñanza de las Lenguas Extranjeras que se corresponde con la evaluación en el aula de lenguas extranjeras. 

Como futura docente, este tema me parece de especial importancia. Por un lado,  la evaluación nos permite medir el grado de adquisición de habilidades, competencias y conocimientos de los alumnos y las alumnas. Por otro lado, también nos ayuda a ver qué áreas o materiales necesitamos modificar o reforzar para ayudar a nuestros estudiantes.

Tenemos que tener en cuenta que existen distintos tipos y métodos de evaluación, pero todos ellos deben ser transparentes, con objetivos claros, consistentes, ser variados, y que proporcionan feedback al alumnado. 

Evaluación inicial

La evaluación inicial debe ser realizada al comienzo del curso o de una nueva unidad para saber de qué punto parten nuestros estudiantes y cuáles son sus conocimientos previos sobre los temas a tratar. De esta forma podremos adaptar los contenidos y establecer unos objetivos realistas.

Evaluación formativa

La evaluación formativa debe llevarse a cabo a lo largo de todo el proceso de aprendizaje para  fomentar el desarrollo continuo del alumnado. Gracias a esta tipología de evaluación y al feedback que les ofrezcamos podremos guiar a nuestros estudiantes y mejorar de forma continua el proceso de enseñanza-aprendizaje. 

Os dejo por aquí un vídeo en el que encontraréis un ejemplo real de evaluación formativa. Si bien, es un ejemplo enfocado a la Formación Profesional, como menciona la creadora del vídeo, también sería aplicable a los cursos de Secundaria y Bachillerato.

Evaluación final

Seguramente gracias a nuestras experiencias como estudiantes, este sea uno de los tipos de evaluación con el que más familiarizados estemos. La evaluación final se usa al finalizar una unidad o curso para medir el nivel de conocimientos y habilidades adquiridas a lo largo del tiempo.

Si os interesa ampliar un poco más sobre los distintos tipos de evaluación y sus beneficios os dejo un blog en el que podréis encontrar más información sobre este tema.

Rúbricas

    Existen distintos métodos de evaluación que podemos emplear como docentes como la observación, cuestionarios, portafolios o, el que tratamos en clase y en el que voy a centrarme, las rúbricas.

Una rúbrica es una herramienta de evaluación que contiene una serie de criterios coherentes y descripciones de los niveles de calidad de actuación en esos criterios. Su finalidad es evaluar procesos y productos finales elaborados por los estudiantes. Una rúbrica debe ser descriptiva y no evaluativa, es decir, no debe emitir un juicio. 

Uno de los pasos más importante para crear una rúbrica es definir los criterios, que deben ser adecuados a la tarea que queremos evaluar, claros, observables, distinguibles, completos y que se puedan describir en un continuo.

En cuanto a los errores más comunes a la hora de construir una rúbrica, debemos evitar, entre otros, confundir la tarea con el objetivo del aprendizaje, mezclar destrezas distintas o evaluar aspectos que el alumnado no se espera.

A continuación, os dejo la rúbrica que elaboramos en mi grupo para evaluar una de las actividades creadas en sesiones anteriores:

    Personalmente, a pesar de la dificultad que puede suponer elaborar una rúbrica sin caer en los errores mencionados anteriormente, considero que es una de las mejores herramientas de evaluación ya que también pueden ser utilizadas por los estudiantes como guías de autoevaluación, lo que promueve su implicación en su propio aprendizaje. Precisamente por su importancia, os adjunto un artículo en el que recogen indicaciones sobre cómo crearlas y el papel que jugarán en el futuro.

Como conclusión, cada uno de los distintos tipos de evaluación tiene sus ventajas y juega un papel crucial en el desarrollo del alumnado a lo largo de su formación. Considero que utilizando un enfoque que combine de forma equilibrada los tres tipos de evaluación podemos mejorar la experiencia de nuestro alumnado y la nuestra como docentes.