Ansiedad Idiomática




¡Hola a todas y todos! En esta entrada del blog voy a hablar sobre un tema que se mencionó durante la primera sesión de la asignatura de Lenguas Extranjeras en el Contexto Español e Internacional del 8 de noviembre que me llamó bastante la atención. Se trata de un fenómeno que es probable que muchas personas, entre las que me incluyo, hayamos experimentado sin entender completamente de qué se trataba: foreign language anxiety o ansiedad idiomática. Este fenómeno, del cual hablaré a lo largo de la entrada, es algo que, considerando la labor de docentes que muchos de nosotros llevaremos a cabo en el futuro, merece nuestra reflexión y exploración.

    En primer lugar, es importante definir en qué consiste exactamente la ansiedad idiomática. Según la definición de Gardner y McIntyre (1993, como se citó en Rabadán y Orgambídez, 2018, p.30), la ansiedad idiomática es “el temor o la aprensión que aparece cuando un alumno tiene que realizar una actuación en el idioma que está aprendiendo”.

    Expresarse en un idioma distinto al materno puede convertirse en una fuente de ansiedad: nos sentimos inseguros, dudamos acerca de lo que decimos y tenemos un miedo irracional a cometer errores. La comunicación es una de las habilidades básicas del ser humano. La practicamos a diario, constantemente y sin mayor reflexión, simplemente es algo natural e intrínseco a quienes somos. Es por este motivo que cuando incorporamos un factor desconocido a esta actividad básica, en nuestro caso una lengua extranjera, sentimos que perdemos el control sobre algo que en principio nos resulta elemental. De por sí esto ya genera una sensación de inseguridad y descontrol, pero si trasladamos esta dinámica al entorno educativo, la situación puede ser más grave, especialmente en el ámbito oral en el que el resto de estudiantes son los oyentes.

    La adolescencia es una etapa de desarrollo marcada por numerosos cambios significativos que pueden generar inseguridades en el alumnado. A todo esto, hay que sumarle el hecho de que los adolescentes son extremadamente conscientes de sí mismos, viven una especie de fábula personal en la que son los protagonistas y el resto del mundo actúa como espectadores que juzgan y evalúan cada uno de sus movimientos y decisiones.  Además, conceden una gran importancia a la opinión de los demás.

    Teniendo en cuenta este contexto, si nos situamos en un aula llena de adolescentes con estas características y les pedimos que usen una lengua que no dominan y con la que no se sienten lo suficientemente cómodos como para desenvolverse, el primer instinto de los estudiantes será sentir miedo y ansiedad ante la posibilidad de cometer errores, hacerlo mal y hacer el ridículo delante de sus compañeros. Esta situación de ansiedad idiomática puede terminar por desencadenar un rechazo hacia la lengua extranjera en cuestión por parte del alumnado. En consecuencia, me parece esencial explorar y conocer este fenómeno para fomentar un ambiente de aprendizaje positivo y que sea efectivo.

     De acuerdo con los resultados de un estudio realizado en distintas etapas del sistema educativo griego (al que podéis acceder pinchando aquí), además de motivos relacionados con evaluaciones negativas por parte de los compañeros, muchos estudiantes no se sienten cómodos utilizando una lengua extranjera porque no consideran los errores como parte del aprendizaje y, como consecuencia, suelen tener un nivel más bajo de participación durante las clases. Asimismo, parte del alumnado participante en el estudio tenía la falsa creencia de que a la hora de hablar la lengua extranjera tenía que producir frases perfectas por miedo a que su desempeño académico se viese afectado, lo que los llevaba a preocuparse más por la estructura de las frases en lugar del contenido.

    Ahora bien, ¿qué podemos hacer nosotros como docentes para ayudar a nuestros estudiantes a superar la ansiedad idiomática? Personalmente, creo que la práctica y el uso de una lengua es lo que nos lleva a mejorar. Sin embargo, podemos implementar ciertas técnicas que nos ayuden a hacer del aula un ambiente empático y libre de juicios en el que el alumnado pueda participar y equivocarse sin miedo a la reacción del profesor o de la profesora y de sus compañeros. Además, habría que recordarles constantemente que el error es parte del proceso y una de las mejores formas de aprender.

    De igual manera, haría una incorporación progresiva de la destreza oral de la lengua para que los alumnos y alumnas puedan adaptarse poco a poco a su uso y, además, lo haría a través de temas familiares y que fueran de su interés para que estuvieran lo más cómodos posibles.

    En conclusión, la ansiedad idiomática es un fenómeno bastante común durante el aprendizaje de la lengua y si no se detecta a tiempo y se toman medidas puede resultar en que el alumnado desarrolle un rechazo y miedo hacia la lengua que puede derivar en más inseguridades. Es por ello que, como docentes, tenemos la labor de estar atentos y ayudar a nuestros estudiantes a superar este miedo ofreciéndoles refuerzo positivo, apoyo y comprensión.  


REFERENCIAS

Rabadán, M. & Orgambídez, A. (2018). Ansiedad idiomática en Español como Lengua Extranjera y rendimiento académico en la Enseñanza Superior || Foreign language anxiety in Spanish as a Foreign Language and language achievement in Higher Education. Revista de Estudios e Investigación En Psicología y Educación5(1), 29–35. https://doi.org/10.17979/reipe.2018.5.1.2905

Tsiplakides, I. & Keramida, A. (s.f.). Helping students overcome foreign language speaking anxiety in the English classroom: Theoretical issues and practical recommendations. Eric.ed.gov. https://files.eric.ed.gov/fulltext/EJ1065743.pdf

 


Comentarios

  1. ¡Hola Paula! Seré breve porque estoy teniendo problemas para comentar, y no vaya a ser. Yo también hice una entrada sobre la ansiedad idiomática, me parece que lo has explicado genial. Me anoto lo de usar temas familiares en clase :)

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  2. ¡Hola Paula!

    ¿Quién no ha sufrido alguna vez en su vida ansiedad idiomática? Desde mi opinión creo que esto, sobre todo en el caso de las personas españolas, está muy vinculado con el hecho de que se nos tacha de tener demasiado acento español hablando en inglés, lo cual puede provocar esa ansiedad relacionada con la oralidad.

    En referencia a este concepto en la adolescencia, tienes toda la razón, ya que es una etapa en la que todo se magnifica, en este caso no sería menos. Muchas veces el problema está en que muchos docentes solo se centran en lo escrito y no hacen casi ejercicios orales, por lo que en el momento de tener que usar la lengua extranjera de forma oral y delante de tantas personas, la sensación de ansiedad se dispara a unos niveles estratosféricos. También creo que es muy importante lo que dices, que hay que tomarse el error como algo natural y como herramienta de mejora, y como futuras docentes debemos trabajar en ello, porque la ansiedad idiomática se junta con el miedo al error, pero cuando se está aprendiendo una lengua extranjera no hay nada mejor que cometer fallos para mejorar.

    Por último, me gustaría destacar que el uso de temas familiares para que se vayan soltando un poco a la hora de hablar y crear un buen ambiente me parecen grandes ideas, cuanto más cómodos y cómodas estén, más natural verán el uso de la lengua extranjera.

    ¡Un saludo!
    Andrea

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